India es ruidosa, atractiva, bonita, diferente e inolvidable. Después de varios años viviendo aquí no dejo de sorprenderme y de querer seguir descubriendo rincones y tradiciones. Siempre viva, llena de gente, un país que no se parece a ninguno de los que he visitado y que si me paro a pensar no sé lo que realmente me atrajo a volver y quedarme.
Un país tan diferente como atractivo.
La comida pica, te intentan cobrar más por ser extranjero, los vendedores te intentan vender cualquier cosa, India es caos…pero aun así todo es parte de una experiencia con un choque cultural tan brutal que probablemente no pueda vivir sin ello de nuevo.
¿Qué me hubiese gustado saber antes de viajar a este increíble país? Hoy en esta entrada al blog os lo cuento. Me saltaré aquellas recomendaciones de las guías y os contaré lo que me sorprende y que es poco probable que os encontréis en otro rincón del mundo. Viajar por India es recopilar información en todos los sentidos y que procesamos cuando volvemos a nuestra casa.
El picante y las especias sin medida
Si cuando viajas te gusta probar la comida local, en India tienes que saber que aunque pidas “sin picante”….siempre va a picar. Muchas veces no es el picante en sí, sino todas las especias con las que se cocina y a las que no estamos acostumbrados que parece que todo nos sabe igual. Mi consejo es que con precaución pruebes la comida local, y lo acompañes con arroz y con el pan (roti o naan) para que cuando pique mucho lo puedas mitigar. Seguro que acabas disfrutando de la comida en pocos días.
Los animales por la calle
Ya nos suena eso de que la vaca es sagrada en India, pero nos seguimos sorprendiendo de verlas en las calles, las autopistas, las zonas comerciales y en todas las ciudades, desde Delhi a los pequeños pueblos de Rajastán no pasará un solo día sin que veas vacas libremente cruzando la carretera. Además verás monos, perros y gatos en libertad por las calles y en los fuertes. Hay que tener cierta precaución pero sin miedo, porque a veces se producen pequeñas estampidas que en las calles estrechas de los pueblos nos ponen en situaciones un poco apuradas, y en el caso de los monos tener cuidado con las gafas de sol, los móviles y si llevas comida en tus manos porque son verdaderos artistas para quitarte lo que lleves en cuestión de segundos.
India es ruido
El tráfico, el caos, esa imagen de los coches y los trenes……eso son solo imágenes. Una vez que estás aquí te das cuenta que todo hay que aderezarlo con una dosis de claxon y pitidos a todas horas y en todos los sentidos.
India se parece a esos restaurantes donde en una mesa hablan alto, la mesa de al lado aumenta el volumen y al cabo de unos minutos es un barullo de gritos. Los coches y tuk-tuk no usan luces para indicar que van a girar; que van a pasar, que van a parar, para todo….el claxon es el sonido diario. Todavía no se cómo no hacen para distinguir un pitido de paso con un pitido de saludo, el caso es que cuando llegas te sobresaltas cada instante pero es cierto que te acabas acostumbrando.
India no es el país más limpio del mundo
Una de las cosas que me llamó la atención cuando llegué es que en muchos lugares la limpieza no era la prioridad, o tal vez sí pero a mi me parecía que no estaba lo suficientemente limpio todo. Los estándares no son a los que estamos acostumbrados y las guest house muchas veces te pueden sorprender para bien, pero también para mal. Dormir “acompañado” cuando no es elección propia, no es plato de gusto (por los bichos, quería decir).
¿Supermercado? ¿Qué es? Olvídate
Muchas veces cuando hacemos la maleta pensamos, bueno si me quedo sin esto…lo compro en el super. En India es muy difícil encontrar supermercados. Sólo en grandes ciudades y en centros comerciales podrás encontrar un supermercado parecido. Pero no desesperes porque podrás encontrar de todo, en tiendas pequeñas, que cada una tiene una serie de productos con lo cual puede parecer una gymkana, pero al final podrás encontrar todo lo que necesites, y además así fomentarás la economía local.
Paga lo que creas justo
El precio fijo de las cosas es, aunque no lo creamos, algo relativamente nuevo en el mundo. En muchos países no tiene ni 100 años y antes de eso todos los precios se negociaban. El vendedor decía un precio, el comprador regateaba y así se peleaban hasta que llegaban a un acuerdo. En India eso se sigue haciendo y yo creo que a los vendedores les encanta, es como una especie de juego. Bueno, resulta que a veces a nosotros también nos puede encantar y podemos llegar a regatear tanto que nos olvidamos que un viaje en un rickshaw cuesta sudo a quien pedalea y no podemos pagarle miserables moneditas.
Estás de vacaciones así que no des muchas vueltas, no dejes que al cambio unos centimos de euro te disgusten.
Disfruta
Si hoy viajara a India por primera vez este es el mejor consejo que me podrían dar. Me gustaría que alguien se acerque y me diga que me lo pasaré muy bien, que será una experiencia que, literalmente, será inolvidable, que el choque cultural será inmenso. Me gustaría que me dijeran que me deje llevar, que me deje transportar y que todo fluye. Disfruta; déjate llevar; no cuestiones y abre mucho los ojos, los oídos y, sobre todo, la mente.
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